Entrevista a mi asesino
“Me enteré de que dabas una conferencia en la Universidad…
Antonio Salas
720
2010
9788484608592
Tapa blanda
El nacimiento: tras estudiar árabe, convertirse al Islam y crearse una nueva identidad en Yinín (Palestina), Salas —ya Muhammad Abdallah— sufrirá en carne propia la persecución islamófoba que azota Occidente tras el 11-S y los atentados de Londres y Madrid, vivirá desde dentro la crisis de las caricaturas del profeta Mahoma y las críticas hacia el uso del hiyab.
La educación: ya integrado en la Umma, es adiestrado en la lucha armada en los mismos campos de entrenamiento de Venezuela donde los terroristas vascos, la guerrilla colombiana o los muyahi-dín aprendieron a matar.
La madurez: ETA, Hizbullah, FARC… Durante los últimos seis años, Antonio Salas ha tenido la oportunidad de conocer, convivir y entrevistar a algunos de los más conocidos terroristas internacionales: el Chacal (del que llegará a ser webmaster y mano derecha), Arturo Cubillas, Leyla Khaled,… Se ha empapado de su entorno, ha visitado los pueblos donde nacieron, los ha comprendido, ha intimado con ellos…
Las respuestas: a lo largo de esta infiltración, Antonio Salas ha visto tambalearse muchas de las informaciones que daba por ciertas. De Isla Margarita a Caracas y la frontera colombo-venezolana, siguió la pista de los supuestos lazos entre Hugo Chávez y el terrorismo de ETA, las FARC y Al Qaida… y comprobó que no todos eran ciertos.
Desde las modernas ciudades europeas a los áridos desiertos africanos o el Próximo Oriente, pasando por las selvas de América Latina, Antonio Salas traza la anatomía del terrorismo internacional. Un libro valiente, una investigación exhaustiva, unas revolucionarias conclusiones.
Los que le conocían en 2003 dicen que Raydi era un chico normal, apolítico y siempre sonriente. Trabajaba como vendedor ambulante antes de que le detuvieran por los atentados de Casablanca de mayo de 2003. Tenía diecinueve años cuando le condujeron a una sombría cárcel secreta de la Dirección General de la Seguridad del Territorio en la periferia de Rabat, donde fue «enérgicamente interrogado», hasta que confesó todos sus crímenes. Cuando salió de prisión, tras cumplir solo dieciocho meses de la pena de cinco años de cárcel por terrorismo, Abdelfettah se había convertido en un muyahid radicalizado. El 11 de marzo de 2007 se inmoló detonando un cinturón explosivo que llevaba adherido a su cuerpo, en el interior de un cibercafé de la avenida Al Adarissa, en la zona comercial de Sidi Moumen, en Casablanca. Aunque solo murió él, cuatro personas más resultaron heridas.
Juez de la Corte de Apelación de Rabat, amigo y colega del juez Garzón e instructor de la investigación de los atentados que sacudieron Casablanca en mayo de 2003. Para mi sorpresa, el juez antiterrorista alauí y yo fuimos compañeros de pupitre en uno de los cursos sobre terrorismo islamista en los que me matriculé durante 2004; tiempo después retomaría ese contacto, cuando yo mismo viajase a Marruecos para hacer mis primeros estudios del Corán, y para seguir la pista de aquellos atentados personalmente. Esta foto, recogiendo el diploma una vez finalizado el curso antiterrorista, esta extraída de mi grabación en vídeo del evento.
Antiguo alto oficial del MOSSAD israelí a quien conocí cuando intentaba reunir información sobre los movimientos neonazis internacionales para la infiltración de Diario de un skin. En aquella ocasión no se tomó mi infiltración demasiado en serio. Esta vez sería distinto.
(1966-2006) nacido en Zarqa, muy cerca de Ammán (Jordania), el 20 de octubre de 1966, su nombre real es Ahmed Fadel al Jalaylah, originario de la tribu beduina Beni Hassan. En 1989, Zarqawi viajó a Afganistán para unirse a la guerrilla islamista. Más tarde viajó a Iraq para unirse a la resistencia. Al Zarqaui fue uno de los líderes más conocidos de la resistencia iraquí, todo un héroe para su familia y vecinos de Zarqa (su pueblo natal y del que toma el nombre). O al menos lo fue hasta que reivindicó la autoría de la masacre de Ammán en 2005: cuando poco después de los atentados de Jordania visité el barrio donde nació, sus propios vecinos no me hablaron de él con orgullo sino con vergüenza. El Decapitador de Bagdad, como era conocido, murió en junio de 2006 durante uno de los interminables bombardeos norteamericanos que intentaron, durante años, darle caza por todo Iraq después de que los Estados Unidos pusieran un precio millonario por su cabeza.
(1937-2002) alias de Sabri Khalil al Banna, uno de los nombres históricos del terrorismo palestino, inspirador de Septiembre Negro (un grupo de fedayín ligados al Fatah de Arafat) y contemporáneo en la lucha armada de Ilich Ramírez. La Organización de Abu Nidal (OAN) —como se conoce a un grupo que tomó casi una decena de nombres durante la vida de este: Al Fatah-rc; Junio Negro, Septiembre Negro, las Brigadas Revolucionarias Árabes, Organización Revolucionaria de Socialistas Musulmanes, Al Iqab, etcétera— surgió de una facción secular y de izquierda del frente palestino, que rechazaba toda propuesta de paz con Israel. Abu Nidal (cuyo nombre significa «padre de la lucha») llevó a cabo su primera operación en septiembre de 1973: el secuestro de la embajada saudí en París con el que reclamaban la liberación de Abu Dawud (comandante de Al Fatah preso en las cárceles jordanas e involucrado en los asesinatos de los Juegos Olímpicos de Múnich). Logró su propósito, pero Al Fatah se desvinculó del ataque, abriendo una brecha irresoluble entre Abu Nidal y Arafat. Dos meses más tarde, al término de la guerra del Yom Kippur y durante las discusiones del convenio de paz en Ginebra, el grupo de Abu Nidal secuestró un avión de KLM como señal de protesta y a raíz de aquello, Arafat le expulsa de la organización en 1974. Comienza entonces el baile de nombres en la OAN, y una larga lista en la que se le acusa de haber ordenado atentados en veinte países, matando o hiriendo a más de novecientas personas. Entre sus atentados más relevantes se hallan los de los aeropuertos de Roma y Viena en diciembre de 1985, con dieciocho víctimas mortales y ciento veinte heridos. Patrick Seale, biógrafo de Al Banna, escribe al respecto que «la crueldad aleatoria es una seña característica de las operaciones de Abu Nidal». El líder terrorista murió en agosto de 2002 en Bagdad: ciertas fuentes palestinas hablaron entonces de que su asesinato cumplía órdenes de Saddam Hussein, pero el gobierno israelí insistió en que se trató de un suicidio. A pesar de esto, en enero de 2010, poco antes de que resucitase el fantasma de ETA en Venezuela, la oposición acusó a Hugo Chávez de estar protegiendo a Abu Nidal tras las fronteras venezolanas… En la foto, una imagen de archivo de Abu Nidal junto con la comparecencia ante la prensa del responsable de inteligencia iraquí Taher Jalil Habbush mostrando las fotos de su cadáver en 2002.
Actriz y modelo colombiana (Cali, 1976), ha participado en varias películas, series de televisión y obras de teatro tanto en España como en Sudamérica. Juanita Acosta interpreta a la novia de Antonio Salas en la película Diario de un skin y, casualidades del destino, interpretaría el papel de Nydia Tobón, compañera de Ilich en la trilogía sobre el Chacal del director Oliver Assayas, presentada en el Festival de Cannes de 2010.
Más información en el blog de Antonio Salas
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Resulta contradictorio. Los periodistas debemos estar informados. Compilar todos los…
Han pasado ya dos semanas, y nadie ha dicho nada.…